Estoy reflexionando

Y continuaremos saliendo a las calles a reivindicar más democracia, la democracia real.
Lo que muchos pensábamos al fin lo hemos expresado pacíficamente, en todas las plazas de España, dando un ejemplo de civismo.


La Plaza de la Encarnación de Sevilla estaba esta tarde del viernes, veinte de mayo, a rebosar de hombres, mujeres, niños, reivindicando más democracia, democracia real y no el sucedáneo que nos quieren imponer los mercados a través de sus servidores políticos. Esa democracia no es la verdadera, es la suya, la que han hecho a la medida de sus intereses particulares, la de votar cada cuatro años. Mientras tanto, tu consumes, ves la tele, estás calladito y no pienses, que ya pensamos por ti.


Está saliendo a la calle la voz de los indignados, los enfadados, los irritados , los escandalizados, los cabreados porque ya está bien, porque todo lo que está pasando y que venimos denunciando es indigno, impropio y despreciable. Los partidos políticos en el poder o en la oposición no representan al pueblo y tienen secuestrada la democracia, no hay cauces de participación política.
El Metropol Parasol, las setas de la Encarnación o la plaza de los gofres, se ha llenado de vida.
El nuevo Parasol, convertido en improvisado dormitorio, comedor, sala de estar, biblioteca... viene acogiendo al pueblo de Sevilla gritando !que no nos representan! ¡que no hay pan para tanto "chorizo"!!
Es la concentración de los ciudadanos conscientes, exigiendo los derechos que tanto costó conseguir y que poco a poco nos están arrebatando. A las doce de la noche, se ha hecho el silencio procedente, no el desalojo. La policía no ha intervenido. Seguimos reflexionando.