miércoles, 9 de junio de 2010
Las crisis provienen del zapatero y sus zapatos
El pie forma parte de un cuerpo vivo que evoluciona, y se desarrolla constantemente, y a lo largo del tiempo el zapato ha de ir ajustándose y adaptándose adecuadamente al tamaño y a las necesidades del pie porque, de no hacerlo, pueden ocurrir dos cosas: una, que el pie quede cada vez más oprimido y aplastado por la rigidez de una estructura inamovible o que tal vez, a fuerza de seguir su incesante crecimiento natural provoque que el zapato acabe reventando por algún sitio, y entonces puede ocurrir un cambio de modelo y de talla.
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