La idea de ese dios discurrido, planificado, programado y utilizado en propiedad por iglesias y religiones organizadas con el fin de ejercer el poder de control social y de conciencias, no me sirve, no lo acepto ni creo en eso. No creo en ninguna proposición que sea tenida por indudable, firme y cierta; estoy instalada en la duda, creo en mi ignorancia, en la incógnita, en lo desconocido, en el movimiento y en el cambio que existe en todo cuanto nos rodea, en que no hay nada absoluto ni definitivo. Yo no se si habrá algo fuera de nosotros; no se si hay un más allá, y no me importa. Tenemos una oportunidad, un aquí y ahora. Tenemos inteligencia para buscar nuestras propias verdades y no comulgar con ruedas de molino, ni seguir a ningún pastor porque no somos rebaño. Somos seres humanos y aún con todas nuestras limitaciones, llevamos dentro todo lo que necesitamos; un corazón inteligente, para poder ir descubriendo y eligiendo nuestro propio camino. Nuestra dimensión "espiritual"nada tiene que ver con las religiones, ni con las super corporaciones que en nombre de un dios único y verdadero, por supuesto mejor que el dios único y verdadero del pueblo vecino, adoctrinan, fanatizan y amenazan.
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