Estoy pensando que nunca más voy a taparme la nariz para votar. Porque confieso que así he votado alguna vez en las elecciones generales, pensando de buena fe que era lo útil, lo que convenía. Que sí, que muchos de los que iban en las listas cerradas no me gustaban, ni como políticos ni como personas, pero bueno, era la opción que decía defender lo público, el estado del bienestar, los intereses de los trabajadores, las políticas progresistas, la socialdemocracia, los derechos individuales....Pero me han defraudado tanto... todo ha ido de mal en peor y a estas alturas ya no espero nada de ellos por mucho que digan ahora en campaña electoral. Se que voy a ejercer mi derecho a votar, pero también se que no voy a colaborar en que este bipartidismo tan dañino que nos invade se siga consolidando. A partir de ahora sólo votaré al partido político que como mínimo cumpla con las siguientes condiciones:
-Que sea una organización democrática abierta a la participación de los ciudadanos.
-Que los militantes tengan de hecho voz y voto para decidir sus programas, sus estatutos, elegir a sus dirigentes y designar a sus candidatos. Digo todos los militantes y no sólo la casta que conforma el "Aparato" y que controla al Partido desde los Congresos con mayorías búlgaras.
-Que su prioridad sea defender la Democracia y los Derechos Humanos.
-Que practique la igualdad de oportunidades combatiendo el enchufismo y las redes clientelares.
-Que anteponga el interés de las personas al interés de los mercados.
-Que sea intransigente con los tránsfugas y los corruptos (sobre todo con los del propio Partido).
-Que no se deje manipular por la presión de los lobbies.
-Que se comprometa a cambiar la Ley Electoral y que las listas sean abiertas.
-Que limite los mandatos para sus dirigentes y cargos públicos para que no se perpetúen en el poder.
En principio, así sería el Partido que yo quiero.
Emma Gascó